jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Qué es la CONAF?

La Corporación Nacional Forestal (CONAF) es una entidad de derecho privado dependiente del Ministerio de Agricultura, que nace de una modificación de los estatutos de la antigua Corporación de Reforestación, mediante Decreto del 19 de abril de 1973 (publicado en el Diario Oficial el 10 de mayo del mismo año), con el objetivo de “contribuir a la conservación, incremento manejo y aprovechamiento de los recursos forestales del país”.

¿Qué es un incendio forestal?

Un incendio forestal es un fuego que, cualquiera sea su origen y con peligro o daño para las personas, el medio ambiente o la propiedad y bienes materiales, se propaga sin control en terrenos rurales a través de vegetación leñosa, arbustiva o herbácea, viva o muerta. En su propagación un incendio forestal no sólo quema árboles, matorrales y pastos. También puede destruir viviendas e instalaciones de todo tipo; causar pérdidas en cosechas y ganado y, lo más lamentable, ocasionar la muerte de personas en sus viviendas o de quienes combaten al fuego.

Un tiempo después del incendio, en el corto o en el largo plazo, otros efectos indirectos serán notorios, entre ellos la erosión del terreno por efecto de la lluvia al caer sobre el suelo sin vegetación protectora, la pérdida del hábitat para la fauna, menor valor y belleza escénica, embancamiento de esteros y ríos, etc.


¿Cómo se originan?

Existen incendios forestales de origen natural y por causas humanas. Los primeros, a diferencia de otras áreas del mundo donde el fuego natural es parte de desarrollo de cierta vegetación, son muy escasos en nuestro país y se originan por la caída de rayos en tormentas eléctricas sin lluvia. Muy raramente son causados por erupciones volcánicas. Los segundos son incendios forestales originados por el ser humano, ya sea por descuido, desconocimiento o intencionalmente. Esta es la situación mayormente presente en Chile.


¿Qué es la prevención de incendios forestales?

Es el conjunto de actividades realizadas por CONAF para evitar que las personas inicien incendios forestales y, en el caso que se inicien, para reducir su daño. Estas actividades se orientan tanto hacia el riesgo de incendios forestales, definido como la probabilidad que la población, dependiendo de su presencia y conducta, inicie un incendio forestal, como hacia el peligro de incendios forestales, es decir las condiciones ambientales que permitirán que se inicie y propague el fuego ocasionado por alguien. Esas condiciones ambientales son la presencia de vegetación que pueda arder, o sea el combustible, las condiciones meteorológicas y la topografía. La más importante es el combustible.

Ambos, el riesgo (las personas) y el peligro (el combustible), al interactuar entre ellos en mayor o menor presencia, como si fuera una multiplicación, dan por resultado pocos o muchos incendios forestales y, a su vez, pequeños o grandes. Pero si uno de ellos fuese cero, entonces no se produciría un incendio.

La prevención de incendios forestales que realiza CONAF, por tanto, va a actuar sobre el riesgo y sobre el peligro, con acciones orientadas a:

· Persuadir a las personas para que modifiquen su comportamiento, realcen su aprecio por el ambiente y la naturaleza y desarrollen una actitud cuidadosa en el uso y manipulación del fuego en presencia de vegetación que puede arder. Para estos cambios de conducta CONAF realiza actividades de Educación y Difusión, entregando en un caso enseñanzas, principalmente a los niños, y, en el otro, recomendaciones en general a los adultos.

· Imponer conductas y procedimientos a la población, a través de la legislación y otras normativas, para evitar que originen incendios forestales y para mitigar sus daños. Para ello CONAF se coordina con las entidades administrativas, policiales y judiciales vinculadas a estas normativas. Es la Regulación.
· Promover, entre los propietarios de terrenos con vegetación combustible, su eliminación para impedir o retardar la propagación del fuego en el caso que, más adelante, se produzca un incendio. Es el Manejo de Combustibles.

La educación y l

a difusión buscan persuadir a las personas, tanto niños como adultos, a prevenir incendios forestales, entregando enseñanzas y mensajes que motiven una conducta cuidadosa en la manipulación del fuego en presencia de vegetación.

Ambas buscan cambios de conducta en las personas, sólo varía la forma de hacerlo: la educación se orienta a un grupo humano específico, es más personal y aporta enseñanzas; la difusión utiliza medios de comunicación masiva para emitir mensajes y recomendaciones.

Las actividades de educación que realiza CONAF se orientan principalmente al ámbito escolar, tanto de alumnos como de profesores, desarrollando el concepto de la educación ambiental, enfatizando todo lo que el ambiente significa y, por tanto, destacando la importancia de la prevención de incendios forestales.

También hay enseñanzas al público adulto, principalmente del ámbito rural.

En esta línea de trabajo, la vinculación que CONAF tiene con los Departamentos de Educación Municipal permite la visita de técnicos y prevencionistas de la Corporación para transmitir

enseñanzas a los alumnos en conceptos de educación ambiental.

Con estas visitas los niños se sienten más integrados e importantes, ayudan a transmitir lo aprendido a sus familias y amigos, fortalecen el aprecio por vivir en el campo y valoran al bosque, ya que, aunque muchos conviven diariamente con él, no lo conocen ni tienen conciencia de las ventajas que tiene a favor del hombre.

No sólo se educa a los niños, los profesores también reciben asistencia y formación de CONAF para permitirles abordar clases teóricas y prácticas en conceptos de educación ambiental.

Mensajes y recomendaciones, además, son dados a conocer a la poblac
ión a través de medios de comunicación masiva y en contactos con el público. Es la difusión.

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